BARCELONA (Reuters) - Hubo un tiempo en que Motorola no renunciaba a ser el primero en el mercado con los teléfonos móviles más avanzados tecnológicamente, pero hoy a Ron Garriques no le podría importar menos si Samsung les supera.
El jefe de la división de móviles de Motorola, el segundo fabricante mundial de teléfonos con casi un 19 por ciento de cuota de mercado, se queda tan campante cuando mira el último teléfono Samsung, que tiene la misma forma que el fino modelo de Motorola RAZR,
excepto que el Samsung es un 3G y el RAZR no.
"Puedo hacer eso ma?ana, si quiero", dijo Garriques, se?alando al modelo de Samsung, durante una entrevista con Reuters en la feria de comunicaciones móviles 3GSM, en Barcelona.
El directivo no considera que ser como su rival surcoreano sea tener un buen sentido para los negocios.
Los consumidores no pagarán un dólar más por un teléfono 3G que por uno de segunda generación, porque las redes 3G no ofrecen los servicios urgentes que quieren los consumidores.
"?Realmente quiero vender un teléfono WCDMA (3G) con un chip Qualcomm que suba la factura de materiales 40 dólares, pero que no puedo vender más caro, y renunciar a mi margen de beneficios?", dijo.
Garriques admite que es una estrategia relativamente nueva para Motorola, que siempre se enorgulleció de llevar a los consumidores la última tecnología: fabricó los teléfonos analógicos más peque?os de primera generación en los 90, fue pionero en la segunda generación GSM en 2000 y lideró de nuevo en los 3G.
Todo cambió con el dise?o RAZR, un modelo ultra fino que rápidamente se convirtió en un icono tras su lanzamiento a finales de 2004. Desde entonces, Motorola ha lanzado una serie de otros destacados dise?os, algunos finos y otros redondos.
"Ahora elegimos cuidadosamente lo que introducimos. Desarrollamos muchos productos, pero puede que no lo lancemos", dijo Garriques.
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