La UE estudia cobrar por el envío de SMS y correo-e

El Parlamento europeo está considerando la posibilidad de aplicar un impuesto sobre el envío de mensajes de móvil y de correo electrónico. La propuesta, encabezada por un parlamentario francés del Grupo Popular, podría generar unos ingresos anuales superiores a los 3.000 millones de euros para la Unión Europea, sólo en lo relativo a los SMS.
Según informa Reuters, un grupo de trabajo del Parlamento Europeo está estudiando la aplicación de un impuesto sobre todos los mensajes SMS y de correo-e enviados en Europa . El impuesto en cuestión ascendería a 1,5 céntimos de euro por cada mensaje de móvil y a 0,00001 céntimos por cada mensaje de correo-e.
Teniendo en cuenta que en el a?o 2003 se enviaron en Europa un promedio de 16.000 millones de SMS al mes, CanalPDA ha calculado que la medida supondría, sólo por el concepto de SMS, unos ingresos mínimos de 2.880 millones de euros anuales, a los que cabría aplicar el aumento anual del número de mensajes enviados. De hecho, la anterior es una estimación conservadora, ya que hace unos a?os, Frost & Sullivan cifraba en 365.000 millones el número de mensajes SMS que circularían en Europa Occidental en 2006, lo que situaría la recaudación anual del impuesto en casi 5.500 millones de euros.
Menos cuantificables son los ingresos obtenidos por la fiscalidad de los mensajes de correo-e, cuyo número está por determinar, pero seguro que también serían muy sustanciosos.
La propuesta se encuentra en estudio por parte de un grupo de trabajo del Parlamento Europeo que preside el francés Alain Lamassoure, del partido UMP de Jacques Chirac y encuadrado en el Grupo Popular de la cámara europea.
El presupuesto de la UE para el a?o 2006 es de 121.000 millones de euros. Actualmente, la UE se financia mediante aranceles de importación, impuestos sobre el valor a?adido y contribuciones directas de los estados miembros, según su riqueza. Tras la última ampliación de la UE a 25 países miembros, se decidió que para el a?o 2008/2009 debería adoptarse una nueva vía de financiación, y la propuesta de gravar los mensajes es una de las que se están considerando.
Consecuencias y obstáculos
La propuesta presenta, por ahora, lagunas considerables. Por ejemplo, si bien los SMS ya son de pago y circulan a través de un número limitado de redes, las de los operadores, que serían probablemente quienes aplicasen el nuevo gravamen, no está tan clara la forma de cobrar los mensajes de correo-e, en especial los remitidos a través de servicios de webmail gratuitos o servidores corporativos. Por otra parte, suponiendo que se establezca una forma para hacerlo, el imponer una tasa por el envío de correo-e supondría un freno a la difusión del spam o correo basura, aunque únicamente el que tuviera su origen en Europa. En cambio, no afectaría a los envíos de porquería digital desde fuera de la UE.