Unas novecientas mil personas al a?o se ven obligadas a emigrar como consecuencia de los procesos de desertización, explicó el responsable de la Convención de la ONU, Arbar Diallo, en el acto inaugural del II Simposio Internacional sobre Desertificación y Migraciones, que presidió la Reina Sofía.
En un acto en el que también participaron la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, y la consejera andaluza Fuensanta Coves, el máximo responsable de la Convención de Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación a?adió que el avance de los procesos de erosión del suelo está "estrechamente relacionado" con que "cada vez más y más gente" decida abandonar sus países de origen.
La relación entre ambos procesos será objeto de revisión durante el simposio inaugurado hoy, puesto que sendos fenómenos se han convertido en unos de los "problemas más importantes" a los que deberá enfrentarse la comunidad internacional en un futuro cercano.
En este sentido, Diallo hizo hincapié en que la emigración debe asumirse por parte de Occidente como un fenómeno global que requiere de soluciones conjuntas por parte de los países desarrollados, a partir de la elaboración de políticas de cooperación al desarrollo eficaces, además de la asunción del hecho de que cuando una persona decide emigrar, lo hace obligado por las circunstancias.
Indicó que aunque un tercio de los países desarrollados han implantado políticas restrictivas a la libre entrada de inmigrantes, entre ellos Espa?a, esta medida "nunca" logrará frenar los flujos migratorios crecientes.
Estos, concentrados fundamentalmente en la cuenca mediterránea y en la frontera entre México y Estados Unidos, requieren de la elaboración conjunta de programas para la lucha contra la degradación de la biodiversidad de la tierra, puesto que "la acción de un sólo país nada puede hacer contra la pobreza que nace de la desertización" de los países africanos, asiáticos y suramericanos.
La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, a?adió que, ante los "tsunamis silenciosos que llevan a millones de personas a la hambruna, malnutrición y movimientos migratorios", Espa?a, de la mano de la Unión Europea, debe dar respuestas para integrar "como ciudadanos de pleno derecho" a todos aquellos que se ven obligados a emigrar por motivos medioambientales.
En este sentido, Narbona se?aló que, hasta la fecha, tanto las administraciones como los ciudadanos que residen en países desarrollados no han sabido percibir que el avance de estos fenómenos se ha producido en buena medida por la actividad del hombre.
El uso insostenible de los recursos hídricos, la ocupación no adecuada del territorio y los procesos de deforestación se han convertido en una de las causas fundamentales del avance de los procesos de erosión, por lo que en el a?o declarado por la ONU para los Desiertos, Narbona se?aló la necesidad de que occidente pase de las formulaciones teóricas a la práctica.
El II Simposio Internacional sobre Desertificación y Migraciones servirá como primer paso para ofrecer nuevas respuestas a sendos fenómenos de manera que occidente "pase de la retórica a la toma de decisiones", un giro en las vías de actuación que, a partir del cuerpo doctrinal que surja del simposio, se plasmará en la próxima Conferencia de las Partes de Naciones Unidas contra la Desertificación, explicó Narbona.
La cita, en la que más de un centenar de expertos estudiarán desde un enfoque crítico los mecanismos de control de la erosión de suelo y las medidas para evitar el desplazamiento poblacional, quedó inaugurada de forma oficial a las 13.00 horas de hoy de la mano de la Reina Sofía, que presidió el acto en calidad de miembro de honor del comité organizador del simposio.
En un acto en el que también participaron la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, y la consejera andaluza Fuensanta Coves, el máximo responsable de la Convención de Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación a?adió que el avance de los procesos de erosión del suelo está "estrechamente relacionado" con que "cada vez más y más gente" decida abandonar sus países de origen.
La relación entre ambos procesos será objeto de revisión durante el simposio inaugurado hoy, puesto que sendos fenómenos se han convertido en unos de los "problemas más importantes" a los que deberá enfrentarse la comunidad internacional en un futuro cercano.
En este sentido, Diallo hizo hincapié en que la emigración debe asumirse por parte de Occidente como un fenómeno global que requiere de soluciones conjuntas por parte de los países desarrollados, a partir de la elaboración de políticas de cooperación al desarrollo eficaces, además de la asunción del hecho de que cuando una persona decide emigrar, lo hace obligado por las circunstancias.
Indicó que aunque un tercio de los países desarrollados han implantado políticas restrictivas a la libre entrada de inmigrantes, entre ellos Espa?a, esta medida "nunca" logrará frenar los flujos migratorios crecientes.
Estos, concentrados fundamentalmente en la cuenca mediterránea y en la frontera entre México y Estados Unidos, requieren de la elaboración conjunta de programas para la lucha contra la degradación de la biodiversidad de la tierra, puesto que "la acción de un sólo país nada puede hacer contra la pobreza que nace de la desertización" de los países africanos, asiáticos y suramericanos.
La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, a?adió que, ante los "tsunamis silenciosos que llevan a millones de personas a la hambruna, malnutrición y movimientos migratorios", Espa?a, de la mano de la Unión Europea, debe dar respuestas para integrar "como ciudadanos de pleno derecho" a todos aquellos que se ven obligados a emigrar por motivos medioambientales.
En este sentido, Narbona se?aló que, hasta la fecha, tanto las administraciones como los ciudadanos que residen en países desarrollados no han sabido percibir que el avance de estos fenómenos se ha producido en buena medida por la actividad del hombre.
El uso insostenible de los recursos hídricos, la ocupación no adecuada del territorio y los procesos de deforestación se han convertido en una de las causas fundamentales del avance de los procesos de erosión, por lo que en el a?o declarado por la ONU para los Desiertos, Narbona se?aló la necesidad de que occidente pase de las formulaciones teóricas a la práctica.
El II Simposio Internacional sobre Desertificación y Migraciones servirá como primer paso para ofrecer nuevas respuestas a sendos fenómenos de manera que occidente "pase de la retórica a la toma de decisiones", un giro en las vías de actuación que, a partir del cuerpo doctrinal que surja del simposio, se plasmará en la próxima Conferencia de las Partes de Naciones Unidas contra la Desertificación, explicó Narbona.
La cita, en la que más de un centenar de expertos estudiarán desde un enfoque crítico los mecanismos de control de la erosión de suelo y las medidas para evitar el desplazamiento poblacional, quedó inaugurada de forma oficial a las 13.00 horas de hoy de la mano de la Reina Sofía, que presidió el acto en calidad de miembro de honor del comité organizador del simposio.
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